miércoles, 17 de noviembre de 2010

Poema... sentimiento... deseo...

UNA DE LAS MUCHAS ILUSTRACIONES DEL
JIN PING MEI DE UN ÁLBUM DEL SIGLO XVIII
"El poema habla de dos palabras sentimiento y deseo,
con sencillez.  Dos palabras cuya relación es la misma que existe
entre sustancia y función. El deseo ilumina los ojos y los sentimientos
conmueven el corazón.  Sentimientos y deseos se 
engendran mutuamente; ojos y corazón mutuamente se
contemplan.  Y así ha sido desde la más remota antigüedad hasta el día
de hoy; ni los hombres bondadosos ni los virtuosos deberían olvidarlo."
Jin Ping Mei (traducción de Alicia Relinque), autor desconocido, siglo XVII. volumen I  
Editado por ATALANTA.  Vilaür, Girona - Noviembre de 2010-

Así empieza la primera novela moderna de la tradición literaria china, también conocida por El Erudito de las Carcajadas.  Novela, además, maldita.  Empezó a circular por el Imperio hacia 1550, aunque nadie quiso, ni ha querido, atribuirse su autoría.  Jin, Ping y Mei son tres personajes femeninos: Pan Jinlian, Li Ping'er y Pang Chunmei... tres señoritas que, incluso en el siglo XXI, disfrutan del erotismo más libertino y embriagador con personajes variopintos.  Hoy en día, los que viajéis a China, casi todas las películas clasificadas "X" están basadas en esta novela.  Sin embargo, las distorsiones que se han hecho han sido brutales y barriobajeras.  Desde Noviembre de 2010, en España celebramos que ya tenemos la traducción íntegra -ahora mismo el primer volumen, hacia abril de 2011, el segundo-.  Y digo íntegra porque todavía en muchos países de Europa, y en China mismo, hay capítulos censurados y que no se han dejado publicar.  Otro día explicaré cómo se llega a obtener toda la obra entera.

Sea prosa, sea poesía, los ideogramas chinos están repletos de poesía, de filosofía, de pensamiento, de espiritualidad, de metafísica... Hay para todos los gustos.  Para ellos, el ideograma "xin" tanto significa corazón como cabeza -ya lo comenté en otro post-.  La cultura china relaciona el sentimiento con los ojos -por algo son el espejo del alma-, y los sentimientos con el corazón, y también con la cabeza.  Cuando ojos y corazón se juntan, cuando hay química, es cuando todo el cuerpo entero, el físico y el espiritual, está trabajando al unísono.

En chino mandarín, los poemas no se leen, se admiran.  Fu es poema, en mandarín, pero describe un género poético que sirve para fines narrativos y descriptivos, así como para temas filosóficos o emotivos..Y esto porque el poema es una obra de arte, realizado con caligrafía.  Y la obra de arte forma parte de aquello que vemos en la naturaleza, y la naturaleza hay que admirarla, no leerla. Wen significa "literatura", pero a la vez "cultura, civilización".  La primera vez que aparece el ideograma Wen fue para designar el entrecruzamiento de líneas y marcas diversas de los animales.  Así pues, el primer sentido de Wen es "figuración natural".  Resumiendo, literatura, prosa, poesía, tienen la raíz etimológica explicada como "marca y figuración copartícipes del orden del mundo" y nos dan, además, la cultura y la civilización.

Una cultura, una civilización deberían ser admirados como un poema.  Desde los ojos para crear un sentimiento de figuración natural, aquello que nos hace distintos de los demás, pero no mejores o peores, ni superiores ni inferiores.  Como si fuera una marca.  Es cuando leemos una cultura cuando entramos en la crítica, y no literaria, en este caso.

Por cierto, deseo en mandarín es SE, que también significa Belleza Femenina.

martes, 16 de noviembre de 2010

Desdeña las flores marchitas....

CALIGRAFÍA DEL LIBRO II
VAGAR
Desdeña las flores marchitas, ya abier-
tas, del amanecer, y quédate con los bro-
tes tiernos, aún cerrados, de la noche.

Así, verás pasado y presente en un úni-
co instante, y abarcarás los inmensos ma-
res en tan sólo un abrir y cerrar de ojos.

Lu Ji (s.III n.e.), Wen Fu. Prosopoema del arte de la escritura, Libro II, vers. 9-10 

Wen Fu -también llamada Prosopoema del arte de la escritura- es la primera obra de crítica literaria de la cultura china.  En ella se habla de cómo hay que escribir para estar de acuerdo con el Cielo y la Tierra.  Sí, continua siendo una obra con características taoístas.  También nos cuenta cómo deben de ser los trazos de los ideogramas, qué tipo de pincel y qué tipo de papel debemos usar para cada tipo de escritura.  Cómo debemos dejar suelta la mano.  Sentir la vida a través del pincel para captar el momento.  Y esto de acuerdo con el Yin y el Yang.

La caligrafía del libro II significa vagar, mientras que el título de dicho libro es El Proceso. A nosotros nos cuesta un poco poder llegar a unir la acción de vagar con un proceso.  Para un taoísta, el hecho de vagar no tiene el mismo valor que para nosotros.  Hay que entender, además, que el fenómeno del taoísmo fue una lucha en contra del confucianismo.  Éstos últimos querían poner orden y nombre a todas las cosas -era un pensamiento y movimiento burgués-.  El taoísmo fue un movimiento de personas expulsadas del gobierno y expropiadas, por lo tanto, en contra de lo que estaba establecido por el Imperio.  Así, vagar se opone a estudiar en el sentido de que si liberamos nuestra mente de ataduras culturales, podremos realizar el proceso del camino y de la virtud: vaciarnos para llegar al Cielo, al Uno...

En todas las épocas, escribir nos sirve para exorcitar.  Unos escribimos sobre lo que sentimos, otros sobre lo que nos pasa por nuestra mente, alabamos a los admirados, criticamos a los odiados.  Escribimos literatura, poemas, prosa...  Escribimos.

Pero siempre escribimos para captar el momento, como cuando al hacer caligrafía china cogemos el pincel, relajamos la mano, y nos dejamos llevar por el vaivén de la vida, del viento...  Dejamos atrás todo lo que se ha dicho, las flores marchitas, e intentamos dar algo nuevo a nuestros lectores, como cuando nos quedamos con los brotes tiernos que se abrirán a la mañana siguiente, cuando el rocío haya llorado encima de ellos porque debe despedirse.

Saber que lo viejo ya no existe y que ya se ha marchitado nos hace sabios.  Olvidarlo, necios.  Es por ello que saber lo que se ha sido, sin ningún rencor, nos permite ver el pasado y el presente en un único instante.  En sólo en un abrir y cerrar de ojos.

Por cierto.... ahora que en Cataluña nos ametrallan con política... Me gustaría preguntar a cada uno de los candidatos... ¿Sabe algo, Vd. de Lu Ji o Wen Fu? Dudo de que esta gente que dentro de unos días va a dirigir nuestra Comunidad, hayan visto alguna vez su presente en un sólo abrir y cerrar de ojos.

Los que lo hemos visto, no nos presentamos en unas elecciones políticas.
ORIGINAL DE LOS VERSOS
TRADUCIDOS AL CASTELLANO
EN IDEOGRAMAS SIMPLIFICADOS

jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Vuelve mañana, realidad!

Grandes son los desiertos y todo es desierto.
No son unas toneladas de piedras y ladrillos en alto
los que ocultan al suelo, al suelo que lo es todo.

Grandes son los desiertos y las almas desiertas y grandes
desiertas porque no pasa por ellas sino ellas mismas,
grandes porque desde allí se ve todo, y todo ha muerto.

¡Grandes son los desiertos alma mía!
Grandes son los desiertos.

¡Vuelve mañana, realidad!
¡Basta por hoy, gentes!
¡Atrásate, presente absoluto!
Más vale no ser que ser así

Fernando Pessoa,  Escrito en un libro abandonado en un viaje, 16



Hubo una época de mi vida en que me enamoré locamente de Portugal.  En cada viaje que hacía, de aquellos relámpagos con el coche, salir un día a las 9 de la mañana de Gerona y llegar a las 11 o 12  de la noche a Porto, o Braga, o en cualquier rincón de Verde Minho era casi como una "droga" para mí.  Lo mejor del norte de Portugal, su bacalao.  Dicen que en Portugal tienen 365 recetas distintas de cocinar el bacalao, una para cada día del año.  Lo mejor de Portugal, sus gentes y su cultura.

En uno de estos viajes me hice amigo de Pessoa.  A ver, no soy tan viejo como por haberle conocido en persona.  Me enamoré de su literatura.  Y hoy me ha apetecido trasladar este trocito de poema que forma el grupo de "escrito en un libro abandonado en un viaje".  El título es muy sugerente, tan sugerente como la época en que estamos viviendo hoy en día, a finales del 2010.

Siento deciros a todos que estoy triste.  Y estoy triste porque veo a la gente que me rodea demasiado pesimista, sin ilusión, sin esperanzas, sin expectativas, decaída, cansada, y se les empieza a notar la joroba de todo el peso muerto que llevan sobre sus espaldas. Poco a poco la realidad se está convirtiendo en un desierto, como el del poema de Pessoa.  Y muchos días gritaría... ¡Vuelve mañana, realidad! como cuando en una época en España siempre debíamos volver mañana.

¿Qué tal si un día, entre todos, decidimos no encender en 24 horas ningún televisor ni comprar ningún periódico?  ¿No sería la solución para que los medios de comunicación dejaran de bombardearnos con información tan negativa a todas horas y todos los días?

La época en que solía viajar tanto en Portugal era a finales de los años '80 principios de los '90, cuando España atravesó una de sus peores crisis y la vida en Portugal estaba dos tercios más barata que la vida en Cataluña, y también estaban pasando por una de las peores crisis de su historia.

La foto la tomé en la primavera de 2006 (hemisferio sur, otoño en España), viendo una puesta de sol en la costa oeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda, mirando al Mar de Tasmania.  El mar había devuelto una de sus obras de arte, cerca del Monte Cook, en una playa de piedras que es, a la vez, un cementerio de leones marinos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Les coses vénen del cor



Tot allò que som ve d'allò que hem pensat: es troba en els
nostres pensaments passats; es fa amb els nostres pensaments
presents.  Si un home parla o actua amb un mal pensament, 
el dolor el segueix, així com la roda segueix les potes del bou que
mena el carro.

Tot allò que som ve d'allò que hem pensat: es troba en els
nostres pensaments passats; es fa amb els nostres pensaments
presents.  Si un home parla o actua amb un pensament pur, l'alegria
el segueix com una ombra que mai no l'abandona.
Joan Mascaró, Llànties de Foc

LA FOTO LA HE TOMADO HOY.  DESDE HACE UNA SEMANA, ESTOS DOS PICHONES VIENEN A HACER COMPAÑÍA A ROSITA.  A VER SI UN DÍA PUEDO PILLARLES LOS TRES JUNTOS!

jueves, 4 de noviembre de 2010

El éxito del fracaso... o el fracaso del éxito

EL PAÍS - 30.10.2010
El fracaso, el éxito... són dos etiquetas impuestas por la sociedad que me molestan un poco, tirando a mucho.  ¿Dónde está el límite entre uno y otro?  ¿Es importante ser exitosos en lo que hacemos?  ¿Debemos deprimirnos si fracasamos?  Al final... ¿quién pone los límites?

Este fin de semana pasado, como cada sábado, Rosita y yo nos fuímos a comprar El País.  Su Babelia está de lo más sabroso si lo sabes maridar bien con el bocadillo de "Pa amb tomàquet i fuet" y el café con una nube de leche que me tomo los días que empieza a hacer fresco.  Es un suplemento que guardo en la mesilla de noche puesto que me lo leo todo durante la semana.

Me pude deleitar, desayunando, releyendo la biografía de Paul Gauguin, un autor que, además, siempre me ha cautivado por su valentía y coraje en dejar su trabajo burgués (era banquero e invertía en bolsa - preludio de los yuppies más agresivos de la década de los '80 del siglo XX)  y dedicarse a su pasión: la pintura y la escritura, sobretodo cuando estaba en Tahití.  Sin embargo, si hoy en día es uno de los pintores más cotizados (o sea, con éxito para nosotros), en su momento fue ridiculizado e infravalorado.  Pero la vida es irónica.  De su último viaje a París se llevó una enfermedad venérea, después de haber visitado a una señorita,  y su cuerpo fue deteriorándose y pudriéndose hasta morir mientras que su espíritu, cada vez más libre de la materia que le encarcelaba, empezaba a volar y a volar hasta crear las obras más bellas que nos dejó el pintor francés.  Si bien, como persona, como materia, en su momento fue un fracasado (desgraciado) su espíritu empezaba a tener éxito (a eternizarse).

Historias como la de Paul Gauguin hay a montones.  Y no hace falta que se publiquen en libros, revistas, magazines o suplementos... Cada uno de nosotros llevamos el éxito y el fracaso dentro.  Cada día vivimos un pequeño éxito y un gran fracaso... O un gran éxito y un pequeño fracaso.

Cuando estudiaba en la universidad, recuerdo una asignatura que se llamaba "Teoría de la Literatura" dónde nos explicaron lo que era el "drama" -en el sentido más "griego"-.  Puesto que la memoria es traidora, ahora mismo no recuerdo si fue en la universidad, algún profesor; o en la universidad de la calle, la vida misma, alguien que me dijo "cada uno de nosotros llevamos un drama en nuestro interior.  Saberlo reconocer te hará tener éxito.  Chocar con tu drama, te hará fracasar".  Y sí.  Es verdad.  Reconocernos en el dicho de que "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra" te da esta ventaja.  Te da la ventaja de tener más "éxitos" que "fracasos".

Éxito - Fracaso... una quimera social para convertirnos a todos en un sólo clon.  Bueno, quizás dos... el clon del exitoso y el clon del fracasado...

Al fin y al cabo, creo, lo mejor es reducir estos dos parámetros a lo más personal e interno nuestro.
Al fin y al cabo, creo, reconocer el fracaso personal de hoy conlleva el éxito de ahora mismo.

Una vez  más, irónicamente, la contra de El País, llevaba esta entrevista con título O eres positivo o hundes a todo el mundo, que os pongo en foto... Este chico tan guapo es Oscar Pistorius, el mejor velocista con piernas ortopédicas... ¿No será acaso que el éxito lo encontramos cuando somos positivos y aceptamos nuestras diferencias como algo natural?  ¿No será acaso que el éxito está en ser honesto con uno mismo?

Y sí, la vida es siempre irónica.  Incluso es irónico que de un fracaso nos podamos llevar un gran éxito.  Pero más irónico y vitalizante es que, el éxito, nos lleve al fracaso...

Esta semana, sin embargo, mi Babelia ha cogido vida propia y se ha ido... no sé dónde... ¡QUÉ FRACASO!... O no.  Quizás está teniendo éxito en otra mesilla de noche... Chi sà!