viernes, 15 de octubre de 2010

Una noche soñé que era una mariposa

"Que toda la vida es sueño... y los sueños, sueños son...".  Casi todos conocemos estos pequeños versos que abren el post de hoy, a la mayoría de nosotros nos los hicieron aprender de memoria cuando estudiábamos la E.G.B., aunque la mayoría de nosotros no entendíamos nada de lo que decíamos "par coeur" (de corazón, de memoria en francés). [En chino, corazón y cabeza -en el sentido de inteligencia-, son la misma palabra, y para el pensamiento oriental, todo aquello que discurrimos, también pasa por el corazón. ¡Qué belleza! El discurrir, para un oriental, tiene dos centros: la cabeza y el corazón.]

Los sueños han sido un tópico, un common place, tanto de la literatura como de las distintas corrientes de pensamiento.  Zhuang Zi, escritor chino del siglo IV a.C, seguidor del corriente taoísta (daoísta según la fonética china internacional pinyín), tiene este pasaje que, por más que lo leo, más me asombra su sinceridad, su naturalidad y su descripción de lo cotidiano.  Sólo una descripción de lo que ve:
"Una noche Zhuan Zhou soñó que era una mariposa: una mariposa que revoloteaba, que iba de un lugar a otro contenta consigo misma, ignorante por completo de ser Zhou.  Despertóse a deshora y vio, asombrado, que era Zhou.  Mas ¿Zhou había soñado que era una mariposa? ¿O era una mariposa la que estaba ahora soñando que era Zhou?  Entre Zhou y la mariposa había sin duda una diferencia.  A esto llaman "mutación de las cosas" (Zhuang Zi, Maestro Chuang Tsé)
¿Cuántas veces no nos ha ocurrido esto?  Normalmente, soltamos la expresión ¿estoy soñando? cuando algo extraordinario nos está pasando.  A menudo, es difícil tener consciencia plena de saber quiénes somos puesto que nunca acabamos de estar del todo seguros de si lo que vivimos lo estamos viviendo o soñando.  A veces, tenemos sueños que son tan poderosos que incluso al estar completamente despiertos nos entran escalofríos al recordar el sueño de la noche anterior.  Algunos dan tanta importancia al sueño que se dejan dirigir por él.  Otros, dan tanta importancia a lo que "un día soñó" que pierden por completo la referencia de lo que, para casi todos, es la realidad más circundante.  En cualquier caso, soñar es espontáneo, y es lo que más nos acerca al pensamiento daoísta: la espontaneidad, el Zi Ran.  Y en este caso, la mariposa es espontanea, el sueño vuela libremente y se deja llevar por el Cielo como las mariposas.


Soñemos que estamos soñando, o vivamos que estamos viviendo, tempus fugit, y entre sueño y sueño, soñamos que algún día todo cambiará; pensamos que nunca hubiéramos soñado que esto nos iba a ocurrir; soñamos en otros mundos más allá del nuestro, soñamos que ¡ojalá no lo hubiera hecho!, y soñamos y soñamos, y no dejamos de soñar...

Lo más impactante y, seguramente, decepcionante, será descubrir que todos nuestros esfuerzos, malos momentos, desesperaciones, depresiones, tristezas, quebraderos de cabeza... todos ellos no han valido la pena porque, al fin y al cabo, éramos otro Zhuan Zhou soñando con mariposas...

¿O son las mariposas que sueñan ser Zhuan Zhou?

¡Algún día lo sabremos!

P.S.:  Las pinturas tradicionales chinas dibujan a Zhuan Zhou y, por extensión a Zhuang Zi, durmiendo en un bosque de bambú con dos mariposas revolotenado encima de su cabeza.

3 comentarios:

  1. De la vida real a la vida somniada a vegades hi ha un camí brevíssim, però a vegades és tan costerut! M'ha agradat molt.

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  2. Sí, la frontera entre el somni i la realitat té això! Merci pel comentari!

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  3. Es cert el que dius, avui el silenci en porta a llocs insospitats! Bon viatge Manu&Ros

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